En los últimos años, el número de animales de compañía ha aumentado significativamente y estos han devenido una pieza fundamental en los hogares de las familias españolas, llegando a ocupar un lugar indiscutible y transformándose en un miembro más del núcleo familiar.
Esta no es una tendencia temporal, al contrario, los estudios y estadísticas indican que es un proceso que va al alza. En España se alcanzó un registro de unos 28 millones de mascotas en el año 2019 y, tras los cambios generacionales, demográficos y sociales que vivimos en la actualidad, añadiendo el clima disruptivo causado por el COVID, las cifras son cada vez mayores; las perspectivas de este crecimiento apuntan a que la tendencia esta solo en sus inicios.
En Madrid, por ejemplo, en el año 2020 la tenencia de perros y gatos se incrementó en un 6% y un 17% respectivamente frente al año anterior, y para este año 2021 se calcula que va a haber un aumento superior al 20% en ambas especies, respecto al 2020. Observando el panorama internacional y su evolución, hay indicios que indican que España aún se encuentra en un punto inicial y que todavía queda un margen de crecimiento gigantesco que, según los expertos, se mantendrá en el futuro.
Esta evolución se refleja sin duda en cambios en el ámbito económico, ya que tener una mascota implica gastos que se determinan al alza de año a año en una media de 1.500€ anuales; también suponen cambios en la industria dedicada a las mascotas y animales de compañía y una clara evolución en el sector veterinario, que también registró el mayor número de colegiados de la historia en 2020, situándose en más de 34.000 y aumentando en más de un 2% desde el año anterior, a pesar de la pandemia mundial.
No es sorprendente que, en consecuencia, las preferencias de los veterinarios también han cambiado en los últimos tiempos. Estos se están especializando en tratar mascotas en clínicas y este perfil ya ha sobrepasado al veterinario de granja, opción que predominaba y que era preferente entre las anteriores generaciones.
Todo este marco acompaña y apunta a un cambio de percepción y trato para con el animal de compañía que, como indicábamos al inicio, ahora se incluye en el núcleo familiar como un miembro más y con todo lo que ello conlleva. Por ejemplo, España se sitúa entre los mercados de fuerte potencial de crecimiento en la contratación de seguros médico veterinarios para mascotas.
Los propietarios y familias poseedoras de una mascota son cada vez más responsables y conscientes de su cuidado, y de los fármacos y servicios que su animal puede llegar a requerir encaso de enfermedad o lesión. Es totalmente habitual el uso de técnicas diagnósticas y tratamientos iguales a los usados en la medicina humana que, muchas veces, tienen costes económicos elevados. Entre las técnicas de diagnóstico más utilizadas se encuentran, como en medicina humana, principalmente la radiología tradicional y el ultrasonido, aunque también soncada vez más utilizadas las técnicas de diagnóstico por imagen avanzadas como la Tomografía Computarizada (TC) y la resonancia magnética, además de la endoscopia veterinaria como herramienta diagnóstica y terapéutica emergente y en continuo crecimiento.
Las familias, ya sea con más o menos recursos y/o dificultades, suelen asumir cualquier coste por preservar la salud y bienestar de su mascota. De la misma forma, y siguiendo esta tendencia, cada vez hay más concienciación, predisposición y proactividad de colaborar con los bancos de sangre animal, de la que hablaremos más ampliamente en el próximo artículo.